NOTA DE LA REDACCION DE ARGENCELLO:
He escrito este artículo con la firme convicción de lo que afirmo y digo en él. Si a alguien le parece que esto no es así, recibo GUSTOSAMENTE comentarios en mi correo personal, que dejo al final de artículo y repito aquí: argencello@gmail.com.
Se me ha dicho que estoy descalificando a un colega de reconocido prestigio. Bien, si tiene reconocido prestigio, que salga a darme fundamentos reales de lo que afirma en su propio sitio web.
He creado ARGENCELLO con la total convicción de evitar confusiones, tergiversaciones y argumentos falaces de venta por parte de muchos vivillos que se han aprovechado de principiantes y alumnos desde siempre. Entre otras tareas he decidido erradicar toda posibilidad de aprovecharse de los demás. Quizá. porque he vivido en carne propia esa “bajeza” y me parece que no se merece quien se acerca a un instrumento noble como el nuestro recibir este tipo de cuestiones.
NO VOY A PERMITIR DESDE MI HUMILDE ESPACIO GANADO A PULMON Y A VERDADES que me amedrenten de ninguna manera. Lo quieren discutir, perfecto. NO ESTOY ESCONDIDO y he firmado el articulo.
Hace un tiempo, en nuestro grupo de Argencello se suscitó una pequeña discusión a partir de un comentario que realizó una de nuestras colaboradoras. Ella estaba sinceramente convencida de que su brazo se había dañado por el uso de un arco de fibra de carbono. Eso se debió a una publicidad fraudulenta realizada por Arcos González de España. En ella, se decía que los arcos sintéticos “no tenían la sensibilidad ni la sutileza de la madera” y esto podía producir lesiones en el miembro del músico que lo estaba ejecutando.
Este tipo de argumentos que recurren al miedo o a la alarma como argumento de venta, nos parecen de una bajeza extraordinaria. No está bien jugar con la gente que está aprendiendo este noble arte de tocar el violonchelo, y menos aún con el muy poco noble objetivo de ganar unos euros extra.
Durante la discusión (que fue en realidad muy corta porque nuestra colaboradora teme a este tipo de situaciones y prefiere el silencio a enterarse de una verdad grande como una casa) mi argumento fue: como músico profesional de más de 30 años de experiencia jamás he sabido que una lesión haya sido provocada por un arco! En todo caso, podría ser provocada por un inusual o equivocado agarre, por malos movimientos o quizás tensiones que son, ni más ni menos, resultado de una técnica poco desarrollada. Le dije que si, este “luthier” me daba argumentos sólidos para poder sostener tal argumento, podríamos conversar y llevar adelante una discusión en regla, donde todos saldríamos beneficiados. Por supuesto, esto no pasó porque el tal taller de luthería jamás ha contestado ni tampoco nuestra colaboradora.
Hagamos un poco de historia al respecto (gracias a la página https://www.3d-varius.com/es/).
El origen de los arcos de fibra de carbono
Desde hace siglos, los arcos se fabrican con madera de Pernambuco. Esta madera brasileña reúne unas propiedades físicas que la hacen ideal para la fabricación de arcos para instrumentos de cuerda frotada. Es robusta, densa y flexible. Por desgracia, se ha convertido en una madera escasa y cara. La deforestación agrícola brasileña es en parte responsable de su escasez. La madera de Pernambuco se encuentra hoy en día sometida a severas restricciones a la exportación y está catalogada como una especie silvestre en peligro de extinción.
Para contrarrestar la situación y proteger el pernambuco, fue necesario encontrar materiales alternativos que lo sustituyeran. Los arcos de fibra de carbono nacieron como resultado de estas tremendas restricciones. La fibra de carbono es un material sintético que no se aleja demasiado de las características del pernambuco, razón por la cual ha sido adoptada por muchos músicos.
Las ventajas de un arco de fibra de carbono
Los arcos de fibra de carbono ofrecen muchas ventajas respecto a los arcos de madera. Son muy resistentes y requieren menos mantenimiento. De hecho, la fibra de carbono reduce la deformación de la curva de la vara. Además, los arcos de fibra de carbono son totalmente inmunes a las condiciones atmosféricas. A diferencia de la madera, el carbono no es un material que sufra cambios a causa de la temperatura y la higrometría (medición del nivel de humedad en el aire).
Otro punto destacable es que la relación calidad-precio de los arcos de fibra de carbono es insuperable. No encontrará un arco de madera tan bueno por el mismo precio que un arco de fibra de carbono. Esta diferencia de precio está relacionada con la rareza de la madera de Pernambuco, el valor que pueda tener el arco de madera y el trabajo artesanal realizado en los arcos de madera por los arqueteros. Es posible decir que un arco de madera de una determinada condición tendrá un precio siempre superior a uno de fibra de carbono de la misma calidad. Esto permite a muchos estudiantes y músicos que empiezan poder disponer de un arco de buena calidad. No quiere decir para nada que no sea deseable tener un buen arco de pernambuco, es más, yo como violonchelista disfruto mucho teniendo un par de muy buena calidad. Pero no dudo en utilizar los de fibra de carbono que tengo, en múltiples situaciones. Incluso en conciertos! Y nunca he tenido una lesión provocada por su uso. Sería imposible, porque las características que la publicidad engañosa dice que no tienen, sí las tienen y se sobra. Son igualmente flexibles y dúctiles como los de madera (incluso superiores a muchos) y hasta su durabilidad y resistencia a caídas y golpes es indudablemente superior, cosa que lo hace muy bueno para los novatos.
Hasta los hay barrocos, para quienes están interesados en el estilo.
He aquí las ventajas y desventajas de los arcos de fibra de carbono.
Lo positivo
> Muy resistente (por no decir irrompible)
> Un menor mantenimiento
> Inmune a las condiciones atmosféricas
> Buena relación calidad-precio
> Los fabricantes invierten en I+D para diseñar arcos adaptados al nivel de los músicos y a su estilo de tocar
Lo negativo
> No existe una noción de valor con el paso del tiempo
> Menos prestigioso que un arco de madera
> Algunos arqueteros podrían negarse a encerdar arcos de fibra de carbón (no sucede en Argentina)
Por favor, si alguien quiere escribir a mi correo es más que bienvenido. Me parece que hablar por pasillos no aporta nada a la comunidad.
Patricio Villarejo (argencello@gmail.com)
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