Anoche, el Trío Sin Límites (TSL Música), compuesto por talentosos músicos, nos brindó una velada memorable en San Abasto que trascendió las expectativas y reafirmó su compromiso con la riqueza de la música argentina. La propuesta del trío no solo destacó por su impecable ejecución, sino también por la audacia de su repertorio y la originalidad de sus arreglos, convirtiendo cada pieza en una experiencia sonora única.
El concierto se abrió con una selección de obras poco conocidas de Astor Piazzolla, un riesgo que el trío supo tomar y que pagó con creces. Lejos de los tangos más difundidos, TSL nos sumergió en facetas menos exploradas del genio marplatense, revelando la versatilidad y profundidad de su catálogo. Fue un comienzo íntimo y revelador, que preparó el terreno para lo que vendría.
Uno de los puntos álgidos de la noche fue la suite dedicada a los compositores nacionalistas argentinos. La maestría con la que TSL hilvanó obras de Alberto Ginastera, Carlos Guastavino, Luis Gianneo y otros referentes, fue simplemente admirable. Cada transición se sintió orgánica, llevando al público en un viaje por los paisajes sonoros de nuestra tierra, desde la solemnidad de Ginastera hasta la lírica de Guastavino, todo ejecutado con una sensibilidad y precisión notables.
La inclusión de una obra propia, “Tu jardín secreto” con música compuesta por el arreglador y violoncellista Patricio Villarejo, basada en textos de Alejandra Pizarnik y un soneto de Victoria Ocampo, fue un acierto rotundo. Sumando una voz rapeando los textos y una base electrónica, esta pieza no solo demostró la capacidad creativa del trío para ir más allá de la interpretación, sino que también estableció un diálogo profundo entre la poesía y la música, explorando nuevas sonoridades y atmósferas. La entrega de Villarejo en esta composición fue particularmente conmovedora, imprimiendo una capa de emotividad que resonó con la audiencia.
Para cerrar la noche, y como broche de oro, el bis de “Persecuta” de Piazzolla fue una verdadera explosión de energía. Con un arreglo muy personal y “rockero”, TSL le dio una vuelta de tuerca inesperada a esta icónica pieza, demostrando su versatilidad y su capacidad para fusionar géneros sin perder la esencia. Fue un final potente y electrizante que dejó al público eufórico y pidiendo más.
En resumen, TSL Música ofreció una noche de música de alto nivel, llena de sofisticación, atrevimiento y una profunda conexión con la identidad musical argentina. Su presentación en San Abasto no fue solo un concierto, sino una declaración artística que reafirma su posición como un referente innovador en la escena musical actual.
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