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Pablo Bercellini

Pablo Bercellini

Nacido en Buenos Aires en 1981, alumno de Nicolás Finoli y Claudio Baraviera, Pablo ha integrado las orquestas Filarmónica de Buenos Aires, Sinfónica Nacional Argentina y Estable del Teatro Colón. Cellista del Cuarteto U.C.A., con quienes han realizado giras europeas y grabaciones. Desde 2003 reside en Europa, donde se perfeccionó con Eduardo Vassallo en Inglaterra; y en Alemania con Wolfgang Mehlhorn, Peter Bruns y donde actualmente está finalizando sus estudios de posgrado con Stephan Forck (cellista del Cuarteto Vogler) en la escuela superior de música “Hanns Eisler” de Berlin. Como solista se ha presentado junto a diversas orquestas en su país y en Europa. Cellista del cuarteto de cuerdas Spring Quartett Berlin y del ensamble de música latinoamericana Bolívar Soloists, Pablo se ha presentado en las salas más importantes toda Europa, en giras a Latinoamérica, ha grabado para la Deutsche Grammophon y participa regularmente en diversos festivales europeos de música de cámara.

Ha sido primer cello de las orquestas de “Schleswig Holstein Musik Festival”, “Attergau Festival” y “Sinfonieorchester der Hanns Eisler Musikhochschule”, bajo la dirección de Sir Simon Rattle, Kurt Masur, Sir Neville Marriner y Christoph Eschenbach, entre otros. Ha actuado junto a las orquestas Dresden Philarmonie y Dresdner Staatskapelle y actualmente se presenta con la Deutsche Sinfonie Orchester Berlin (orquesta de la radio de Berlin) y Deutsche Oper Berlin. Como profesor dicta cursos y workshops en Europa y Latinoamérica, tiene alumnos particulares y en conservatorios de Berlín.

Su formación en el Instituto de Fisiología del Músico “Kurt Singer” de Berlin, acrecentó y enriqueció sus clases instrumentales con conocimientos multidisciplinarios sobre temas como el trabajo corporal, organización del estudio diario, enfrentamiento con stress y emociones al tocar, entre otros.

El violonchelista Pablo Bercellini y la pianista Silvia Lester, en un concierto para reiterar.  / Gustavo Seiguer

Entrevista a Pablo Bercellini en La Nacion: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=730806

Un joven talento del violonchelo

Recital del Dúo Bercellini-Lester, formado por Pablo Bercellini (violonchelo) y Silvia Lester (piano), organizado por Ars Nobilis para el ciclo “Jóvenes solistas”. Programa: Suite para violonchelo solo N° 3, en Do mayor BWV 1009, de Bach; Sonata para violonchelo y piano (1948) de Poulenc, y Sonata para violonchelo y piano en La mayor, de César Franck. En el Circolo Italiano.
Nuestra opinión: Muy bueno

Es, sin duda, un hecho reconfortante que existan en nuestro medio entidades que ofrezcan oportunidades para que los jóvenes que han decidido dedicarse a la interpretación musical -y ofrezcan muestras de su talento- puedan presentarse ante el público local. Ars Nobilis ha orientado en esta oportunidad este objetivo hacia el ciclo “Jóvenes solistas”, que, coordinado por el infatigable Pablo Segre, lleva ya quince años de existencia en el Circolo Italiano

En esta oportunidad se pudo escuchar a Pablo Bercellini, un joven talento del violonchelo que a sus 24 años suma antecedentes valiosos por actuaciones en el país y en el extranjero. Pablo estudia y actúa frecuentemente en Dresden, Alemania, donde reside y se perfecciona gracias a una beca, actuando ocasionalmente en las filas de violonchelos de las orquestas Sächsische Staatkapelle Dresden y Philharmonie.

Dueño de una técnica segura, sobre bases genuinas que permiten a su arco extraer un sonido pleno, amplio y profundo de su instrumento, Bercellini ofreció al comienzo la Suite para violonchelo solo N° 3, en Do mayor, de Bach. Encerrar en un solo instrumento de cuerdas las voces normales de la polifonía no sólo ha sido un notable desafío para el genio de Bach. Sus suites o partitas para violín o violonchelo “a solo”, sin bajo acompañante, entrañan aún hoy dificultades en alto grado para el intérprete, porque la línea melódica debe contener las otras voces o bien ser acompañada en lugares oportunos por cuerdas dobles para dar idea de un conjunto polifónico, omitiendo así el contrapunto. Los diferentes números de la suite fueron surgiendo de su arco con naturalidad y convicción, sin esfuerzo aparente; a veces, un movimiento algo rápido restó elegancia al discurso. La Allemande fue bien articulada y la Sarabande fue vertida con nobleza, con una línea superior bien diferenciada y muy expresiva.

La versión que Bercellini y Silvia Lester al piano ofrecieron de la Sonata de Poulenc fue una inmersión de lleno en el vertiginoso siglo XX. El resuelto vigor que imprimieron al Allegro inicial mostró que los dos instrumentistas no le temen al sonido y que buscan un equilibrio natural, aunque no siempre lo lograran. Con una escritura pianística brillante y la libertad de su estilo, casi improvisatorio que no excluye lo banal, hicieron de esta obra una recreación llena de inventiva y de vida. El segundo movimiento de estilo cantable y con la melancolía que tiñe a veces el estilo del compositor se escuchó un chelo de gran calidad expresiva, con bello sonido en sus notas sostenidas. Un apoyo brillante y seguro brindó la pianista Lester, con un Finale de carácter festivo de ambos instrumentistas pleno de colorido.

Quedaría para el final una muestra de inteligente labor conjunta, como fue la Sonata en La menor de Franck, un paradigma en la evolución del género y la forma cíclica. Si bien la versión original es para violín y piano, la ofrecida no amenguó el atractivo ni la belleza de esta obra, acentuados por el fraseo y la sensualidad sonora de Bercellini, que elevó su línea melódica hacia las esencias más puras del lirismo de Franck. Contó para ello con un piano que brindó el apasionado trasfondo romántico requerido; por su parte, exhibió suficiente rango dinámico para alcanzar los niveles más intensamente expresivos del diálogo hasta su culminación.

Héctor Coda