La diosa del violonchelo
Entrevista a la maestra de la música Christine Walewska
Por Nadia Ghattas – La Gran Época
En una pintoresca cafetería de la avenida Madison de Nueva York, tuve la buena fortuna de tener a la diosa del violonchelo sentaba enfrente mío. Humilde y al mismo tiempo alegre, la violonchelista Christine Walewska compartió sus experiencias como música experta.
“Cuando tenia 18 años comencé mi carrera internacional en Alemania con la Orquesta Hessischer Rundfunk conducida por Dean Dickson, una africana-estadounidense que obtuvo grandes éxitos en Europa no así en su propio país. Tocó con uno de sus favoritos directores de orquesta, el gran Hans Schmidt-Isserstedt, y la Orquesta Nord Deutsche Rundfunk. El éxito de esos conciertos se debe a mi desempeño con orquestas en 45 ciudades sólo en Alemania”.
“En el transcurso de esa época, tuve dos semanas de descanso. Así que fui a España a conocer el mejor manager para solistas que haya vivido, Ernesto De Quesada, quien trabajó con famosos solistas, como Rubenstein, Heifetz y Segovia. Él me dijo, ‘Saca tu violonchelo y tócalo’. Y en una semana, ya estaba tocando en España. No sabía que alguien pudiera organizar un concierto en una semana, pero él lo hizo. Las críticas de ese concierto dieron lugar a que tocara en cada rincón de España”.
Christine le comentó a De Quesada que su sueño era tocar en Argentina y él inmediatamente organizó para ella tres conciertos en una misma semana en el famoso Teatro Colón de Buenos Aires, un recital del Doble Concierto de Brahms con el famoso violinista, Henryk Szeryn y el Dvorak con Dean Dickson.
Durante sus más de 30 años de concertar a través del mundo, la Sra. Walewska ha tocado el violonchelo en todas las grandes y pequeñas ciudades de Sudamérica. En dondequiera que haya una orquesta o un piano para acompañarla.
El concierto de Violonchelo de Dvorak que la Sra. Walewska grabó con la Filarmónica de Londres formó las bases del libro de Fabio Uccelli, “ El adiós a Devorak ”, una profunda comparación entre la interpretación de Walewska y la de Rostropovich. El libro fue dedicado a ella como la más grande intérprete del concierto de Dvorak, dando paso a una ola de invitaciones para tocar conciertos por todo el mundo, desde Beijing hasta Brasil, realizándolo tres veces con el Magio Musicalle Fiorentino en Florencia.
La vida de una solista clásica de gira puede ser ardua pero tiene sus alegrías especialmente en la Argentina, donde conoció a dos hombres maravillosos: a su marido y a su pareja musical, el gran pianista argentino, Manuel Rego, con quien tocó 12 años de su vida en la Argentina. Estoy verdaderamente triste al decir que el Sr. Rego falleció el 20 de agosto de 2007. En su gira por Sudamérica, los críticos admiraron que este dúo sonaba como si una persona estaba tocando dos instrumentos.
Un maestro del violonchelo entiende la música como inspiración espiritual porque las composiciones son inspiradas por lo divino. Ella se maravilla de que una gran sinfonía comience en una hoja de papel en blanco. La tecnología no puede sustituir los grandes instrumentos musicales de los principales artesanos del violín tales como Stradivarius y Guarneri del Jesús. Tradicionalmente los creadores de esos finos instrumentos se arrodillan a lado de su mesa de trabajo y piden inspiración divina.
Cuando preguntan por intérpretes de hoy, la Sra. Walewska cita a Rubinstein quien le dijo, “Todos estos pianistas tocan rápidamente, pero ¿donde está la música?” El mismo Rubinstein dijo de ella: “Christine Walewska tiene el tono mas sensual que jamás he oído en el violonchelo… Ella es la única violonchelista que me deja sin aliento…”. Algunos violonchelistas tienen un acercamiento agresivo, diferente al suyo que se identifica con Bel Canto, un sonido que se caracteriza por un canto, perfecto, incluso con tonos y una técnica brillante.
Christine dice que el violonchelo es lo más cercano a la voz humana. El crítico musical de Los Ángeles, Patterson Greene escribió: “Ella se compara en el violonchelo a los persuasivos solos de Fritz Kreisler en el violín…”
Su primer profesor fue su padre quien tocaba todos los instrumentos de cuerda y era distribuidor de raros violines y violonchelos. A la edad de 13 años, ella se convirtió en la primera estudiante privada del gran violonchelista, Gregor Piatigorsky. A los 16 años, fue a estudiar con el gran Maurice Marechal en el conservatorio de París, donde dos años más tarde, se convirtió en la primera estadounidense en ganar el Primer Premio en Violonchelo y Música de Cámara. Ha grabado 17 conciertos de violonchelo, tales como el concierto Prokovief, Katchaturian, dos conciertos Hayden con la Orquesta Inglesa de Cámara, y el trabajo completo de San Saens entre otros. Ennio Bolognini, considerado el más grande violonchelista de la historia, deseaba que fuera ella la única persona que continuara tocando su música más allá del curso su de vida.
Cuando se le preguntó que recomendaba para los estudiantes más jóvenes y los amantes de la música clásica, dijo que ella escucha por horas infinitas las grabaciones originales de cantantes como Caruso y Benjamino Gigli, Bjorlin y los violinistas Jasha Heifetz y Kreisler.
La divina y talentosa Christine Walewska realizará el Concierto Doble de Brahms en Buenos Aires seguido por dos conciertos en Curacao, en el trigésimo aniversario de la Sociedad de Concierto que ella inauguró. Luego en diciembre la encontramos en el Festival de Beethoven en Santa Bárbara, California.
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