viernes, diciembre 6Noticias que importan
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Mini entrevista a Esteban Benzecry, compositor

Quiénes son tus referentes y maestros?
Yo empecé a estudiar música bastante grande, si bien desde chico, como mi padre es director de orquesta, la música formaba parte de mi entorno cotidiano, yo estaba más volcado hacia la pintura, a los 10 años tuve un intento de estudiar piano, pero duro pocos meses porque me aburría, quizás en esa época no estaba aún maduro para eso.
 Luego seguí la escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, que era un bachillerato con orientación artística y después en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón (actual IUNA) donde me recibí de profesor de pintura. (De hecho, como una anécdota aparte te recuerdo que en 1994 la sinfónica Nacional estreno mi primera sinfonía “El compendio de la vida” donde cada uno de sus cuatro movimientos estaba inspirados en cuadros míos que se exhibieron en el hall del auditorio de Belgrano).


Paralelo a mis estudios primarios y secundarios yo asistía al instituto vocacional de arte “Labarden” que está en la calle Garay, donde teníamos talleres de artes plásticas, teatro, fotografía, instrumentos autóctonos y danzas folclóricas, fue ahí que comencé de manera autodidacta y jugando, a acercarme a la música, a mis 15 años yo comencé con la guitarra aprendiendo canciones, mi primera profesora particular fue María Concepción Patrón, a mí me gustaba mucho improvisar y quería aprender a escribir lo que improvisaba, luego de unos pocos meses ella me alentó a que estudiara piano y composición, así que seguí mis estudios con Sergio Hualpa y luego con Haydee Gerardi, todo esto paralelo a mis estudios de Bellas Artes.
Mi acercamiento a la música fue de manera muy intuitiva y surgió como una necesidad, yo comencé a escribir para orquesta sin haber recibido clases de orquestación ni armonía, me encantaba seguir grabaciones de obras sinfónicas con las partituras, ese fue mi gran aprendizaje.
Luego de mis primeros estrenos, cuando mi vocación y mi carrera ya estaba definida por la música, me fui a Paris en el año 1997 donde estudie con Jacques Charpentier composición y civilización musical en el Conservatorio Nacional de Región de Paris, ahí obtuve mi diploma “Premier prix à l’unanimité” y proseguí mi formación en el curso de Paul Mefano, que a pesar de que yo ya había superado el límite de edad, me alentó a frecuentar sus clases en el Conservatorio Superior Nacional de Paris como alumno no regular y otorgándome también un permiso para ser admitido en los cursos de música electroacústica de Luis Naon y Laurent Cuniot.
Mis referentes son muchísimos, en mi música hay elementos del folclore argentino que me han quedado marcados desde mi acercamiento al folclore en el instituto Lavardén, mi gusto por la música de compositores de nuestro continente como Alberto Ginastera, Silvestre Revuelta, entre muchos otros.
 Al llegar a Europa  empecé a tomar contacto con obras de Dutilleux  (quien me he influenciado mucho en mi paleta orquestal) Ligeti, Messiaen, los finlandeses Kaija Saariaho y Magnus Lindberg, ciertos colores de la música espectral francesa y también mi breve contacto con la música electroacústica en el conservatorio de París, que si bien no incursione en ella, contribuyeron a agudizar mi precepción de los sonidos enriqueciendo muchísimo mi paleta orquestal en la búsqueda de otras sonoridades.

 Al parecer, te interesa la temática sudamericana o histórica de los pueblos originarios de América. Se te compara con Villa-Lobos o Ginastera. Incursionás en un sentido musicológico o es sólo el concepto lo que tomás en tus obras? Te parece bien la comparación?
Actualmente yo me siento un poco en la línea iniciada por compositores latinoamericanos como Revueltas, Villa-Lobos y Ginastera del folclore imaginario, pero a la manera del siglo XXI, porque mis influencias son otras.
Yo siempre trato de aclarar que mi intención no es hacer etnomusicología, simplemente tomo ciertas raíces, ritmos, melodías y mitologías como fuente de inspiración para desarrollar mi propio lenguaje, algunas de estas influencias ya han quedado incorporadas inconscientemente en mi lenguaje un poco dentro de una línea del folclore imaginario que podría ser la palabra para definir esta fusión entre estas raíces integradas a la utilización de diversas técnicas de composición de la música contemporánea.
 Al igual que muchos compositores se inspiran en literatura, pinturas o mitologías, en algunas de mis obras, quizás la mayoría de mis más recientes composiciones, yo me inspiro en estas temáticas que te mencione, a veces me inspiro en lugares que he visitado, muchas veces imagino lugares donde no he estado jamás.  De la misma manera que muchos compositores latinoamericanos que jamás han estado en Europa componen a la europea, yo compongo fantasías sobre lugares, y culturas que casi no se conocen, quizás esto pueda sonar decepcionante porque mi intención no es hacer creer que hago musicología, sino nutrir mi propio universo musical interior, la música primero debe representar a uno mismo, y si de paso ese universo musical se nutre de nuestras tradiciones, bienvenido sea, pero no es una obligación moral.
Hoy a través de internet se puede obtener mucha documentación sin necesidad de hacer un trabajo de campo a la Bartok.
Por ejemplo en “Rituales Amerindios” me gusta intentar recrear las sonoridades de las quenas, sikus y otros instrumentos autóctonos, pero usando los instrumentos de las orquestas sinfónicas mediante el uso de armónicos, procedimientos multifonicos, etc..
También me gusta trabajar inspirándome en literatura. En el 2013 estrene una obra para coro y orquesta que me encargo la Orquesta y coro de la Comunidad de Madrid donde me inspire en poesías de diferentes autores latinoamericanos.
Quizás con respecto a Ginastera, si bien cada vez tengo menos influencia de su música, sigo teniendo como aspecto en común el hecho de usar como fuente de inspiración el mismo folclore, los mismos ritmos, como las bagualas, el carnavalito o el malambo.
No todas mis obras son de inspiración americanistas y quien sabe en un futuro en que me inspirare, cuando trato de describir mi música corro el riesgo de que se me encasille y no es esa mi intención. No me siento atado a ningún ismo
No siento la obligación de que por ser sudamericano mi música deba siempre tener esas influencias. Pienso que como la música es un lenguaje universal cada uno puede escoger el estilo que más le guste para expresarse, al igual que un japonés puede componer tangos si lo desea. Pero en mí, se dio así, y lo dejo fluir porque creo que soy sincero y fiel a mi voz interior, a pesar de correr el riesgo por haber elegido un camino tan poco confortable por no adaptarme a ciertas modas del circuito de los festivales de música contemporánea y ciertos editores, pero esta libertad me hace feliz y estoy recogiendo los frutos de haber optado por un camino diferente.
Qué nos podés contar del proceso de composición de tus obras? Las hacés pensando en un intérprete u orquesta en particular o salen como salen y luego los destinás a quien va mejor?
Afortunadamente desde hace unos 15 años, todo lo que compuse ha sido productos de encargos y residencias, han sido las orquestas, instituciones o intérpretes los que me han buscado a mí, yo he tenido que componer adaptándome a ellos según la duración e instrumentación y en algunos casos temáticas que me imponen en los contratos.
Por supuesto que a la hora de componer puede influenciar según para quien está destinada la obra.
El proceso de composición es muy difícil de explicar con palabras, yo soy un compositor más bien intuitivo y espontaneo, compongo sin necesidad de fórmulas ni teorías complejas, aunque en mis obras se aprecian una estructura interna sólida, dejo que la música fluya naturalmente y ciertos temas que surgen intento desarrollarlos al máximo como personajes que entran y salen del escenario, trato de que no sea un mero hecho de especulación intelectual si no un ejercicio de la emoción, a veces parto de una temática, o historia como si fuera una película, creo que mi música es muy visual o teatral y eso puede ser quizás por mi formación pictórica, a veces es al revés, luego de componer la música se me ocurre el título.
No soy metódico, tengo periodos de muchas horas seguidas de composición, y periodos a veces de varias semanas que no compongo nada, pero la cabeza trabaja igual.
“Rituales Amerindios” por ejemplo fue producto de un encargo y el hecho de que estaba destinada para ser estrenada por Gustavo Dudamel me influyó mucho en la búsqueda del tema.
Y aprovecho esta pregunta para hablarte un poco de la obra que se va tocar este viernes con la Sinfónica Nacional
Cuando recibí en el 2008 el encargo de la Orquesta de Gotemburgo (Sinfónica Nacional de Suecia) para escribir esta obra que sería estrenada por Gustavo Dudamel en Gotemburgo y luego llevada en gira al Festival Internacional de Música de Islas Canarias 2010, esto me motivo a querer escribir una obra que a mi humilde manera pudiera rendir un homenaje musical a Latinoamérica a través de sus tres culturas precolombinas preponderantes que son la Azteca, Maya e Inca,
Rituales Amerindios es un tríptico precolombino de cerca de 30 minutos de duración para gran orquesta, creo que la escribí en 8 meses de intenso trabajo, su primer movimiento es Ehécatl el dios del viento azteca, el segundo movimiento es Chaac, el dios del agua Maya, y el tercero es Illapa, el dios del trueno Inca.
Esta obra luego de ser estrenada por la Orquesta de Gotemburgo, fue programada por el director Argentino Pablo Boggiano en Ucrania con la orquesta de Zaporozhye , Diemecke la ha dirigido en el Teatro Colon con la Filarmónica de Buenos Aires, y Gustavo Dudamel, a quien le está dedicada la obra la ha vuelto a programar con la Filarmónica de Los Angeles en el Walt Disney Concert Hall de LA y en una gira que se realizó a San Francisco con motivo del Centenario de la Orquesta Sinfónica de San Francisco, con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar la llevo en gira Europea al Royal Festival Hall de Londres y el Concertgebouw de Amsterdam, luego también la hicieron en una gira por los Estados Unidos donde se tocó en Berkeley (California) y en el Carnegie Hall de New York, otras orquestas como la Royal Concertgebouw Orchestra de Ámsterdam también la han programado.

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Rituales amerindios dirigido por Dudamel

 Qué proyectos nuevos estás encarando?
Radio France me ha encargado un par de obras que se estrenarán en febrero dentro de la temporada inaugural del nuevo Auditorio de Radio France en Paris, ya las he terminado y se trata de un concierto para violonchelo que será estrenada por Gautier Capuçon y la Orchestre Philharmonique de Radio France, la otra obra destinada a la Orchestre National de France es un díptico de 25 minutos que se llama “MADRE TIERRA”, Radio France me pidió que estuviera dentro de la línea de los mitos  porque estas obras estarán dentro del Festival Présences  « Les deux Amériques » y yo seré uno de los principales invitados, dentro del marco de este festival también se tocara “Rituales Amerindios”.
También compuse recientemente un concierto para clarinete y otro para piano, que como todavía no están anunciados sus estrenos me reservo el dar más detalles, son estrenos que por motivos ajenos a mí se han postergado un poco, pero pronto podre dar más  información, actualmente estoy terminado un ciclo de canciones para soprano de coloratura y orquesta dedicadas a la cantante japonesa residente en Viena Ayako Tanaka y a su esposo el director de orquesta Pablo Boggiano, uno de los difusores más entusiastas que tiene mi música, y pronto tendré que empezar a componer un concierto para arpa que se estrenará durante el segundo semestre del 2015 pero que también, como todavía no está anunciado públicamente prefiero aun no dar más detalles.
También tendré interpretaciones de mis obras con las orquestas sinfónicas de Seattle, Sao Paulo, Hamburgo, Nacional de España, RTVE de España, entre otras y el 16 de octubre Xavier Inchausti tocará  mi concierto para violín con la Filarmónica de Buenos Aires en el Teatro Colon.

Sitio web: http://estebanbenzecry.com

Quiénes son tus referentes y maestros?

Yo empecé a estudiar música bastante grande, si bien desde chico, como mi padre es director de orquesta, la música formaba parte de mi entorno cotidiano, yo estaba más volcado hacia la pintura, a los 10 años tuve un intento de estudiar piano, pero duro pocos meses porque me aburría, quizás en esa época no estaba aún maduro para eso.

 Luego seguí la escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, que era un bachillerato con orientación artística y después en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón (actual IUNA) donde me recibí de profesor de pintura. (De hecho, como una anécdota aparte te recuerdo que en 1994 la sinfónica Nacional estreno mi primera sinfonía “El compendio de la vida” donde cada uno de sus cuatro movimientos estaba inspirados en cuadros míos que se exhibieron en el hall del auditorio de Belgrano).

Paralelo a mis estudios primarios y secundarios yo asistía al instituto vocacional de arte “Labarden” que está en la calle Garay, donde teníamos talleres de artes plásticas, teatro, fotografía, instrumentos autóctonos y danzas folclóricas, fue ahí que comencé de manera autodidacta y jugando, a acercarme a la música, a mis 15 años yo comencé con la guitarra aprendiendo canciones, mi primera profesora particular fue María Concepción Patrón, a mí me gustaba mucho improvisar y quería aprender a escribir lo que improvisaba, luego de unos pocos meses ella me alentó a que estudiara piano y composición, así que seguí mis estudios con Sergio Hualpa y luego con Haydee Gerardi, todo esto paralelo a mis estudios de Bellas Artes.

Mi acercamiento a la música fue de manera muy intuitiva y surgió como una necesidad, yo comencé a escribir para orquesta sin haber recibido clases de orquestación ni armonía, me encantaba seguir grabaciones de obras sinfónicas con las partituras, ese fue mi gran aprendizaje.

Luego de mis primeros estrenos, cuando mi vocación y mi carrera ya estaba definida por la música, me fui a Paris en el año 1997 donde estudie con Jacques Charpentier composición y civilización musical en el Conservatorio Nacional de Región de Paris, ahí obtuve mi diploma “Premier prix à l’unanimité” y proseguí mi formación en el curso de Paul Mefano, que a pesar de que yo ya había superado el límite de edad, me alentó a frecuentar sus clases en el Conservatorio Superior Nacional de Paris como alumno no regular y otorgándome también un permiso para ser admitido en los cursos de música electroacústica de Luis Naon y Laurent Cuniot.

Mis referentes son muchísimos, en mi música hay elementos del folclore argentino que me han quedado marcados desde mi acercamiento al folclore en el instituto Lavardén, mi gusto por la música de compositores de nuestro continente como Alberto Ginastera, Silvestre Revuelta, entre muchos otros.

 Al llegar a Europa  empecé a tomar contacto con obras de Dutilleux  (quien me he influenciado mucho en mi paleta orquestal) Ligeti, Messiaen, los finlandeses Kaija Saariaho y Magnus Lindberg, ciertos colores de la música espectral francesa y también mi breve contacto con la música electroacústica en el conservatorio de París, que si bien no incursione en ella, contribuyeron a agudizar mi precepción de los sonidos enriqueciendo muchísimo mi paleta orquestal en la búsqueda de otras sonoridades.

 

 

 Al parecer, te interesa la temática sudamericana o histórica de los pueblos originarios de América. Se te compara con Villa-Lobos o Ginastera. Incursionás en un sentido musicológico o es sólo el concepto lo que tomás en tus obras? Te parece bien la comparación?

Actualmente yo me siento un poco en la línea iniciada por compositores latinoamericanos como Revueltas, Villa-Lobos y Ginastera del folclore imaginario, pero a la manera del siglo XXI, porque mis influencias son otras.

Yo siempre trato de aclarar que mi intención no es hacer etnomusicología, simplemente tomo ciertas raíces, ritmos, melodías y mitologías como fuente de inspiración para desarrollar mi propio lenguaje, algunas de estas influencias ya han quedado incorporadas inconscientemente en mi lenguaje un poco dentro de una línea del folclore imaginario que podría ser la palabra para definir esta fusión entre estas raíces integradas a la utilización de diversas técnicas de composición de la música contemporánea.

 Al igual que muchos compositores se inspiran en literatura, pinturas o mitologías, en algunas de mis obras, quizás la mayoría de mis más recientes composiciones, yo me inspiro en estas temáticas que te mencione, a veces me inspiro en lugares que he visitado, muchas veces imagino lugares donde no he estado jamás.  De la misma manera que muchos compositores latinoamericanos que jamás han estado en Europa componen a la europea, yo compongo fantasías sobre lugares, y culturas que casi no se conocen, quizás esto pueda sonar decepcionante porque mi intención no es hacer creer que hago musicología, sino nutrir mi propio universo musical interior, la música primero debe representar a uno mismo, y si de paso ese universo musical se nutre de nuestras tradiciones, bienvenido sea, pero no es una obligación moral.

Hoy a través de internet se puede obtener mucha documentación sin necesidad de hacer un trabajo de campo a la Bartok.

Por ejemplo en “Rituales Amerindios” me gusta intentar recrear las sonoridades de las quenas, sikus y otros instrumentos autóctonos, pero usando los instrumentos de las orquestas sinfónicas mediante el uso de armónicos, procedimientos multifonicos, etc..

También me gusta trabajar inspirándome en literatura. En el 2013 estrene una obra para coro y orquesta que me encargo la Orquesta y coro de la Comunidad de Madrid donde me inspire en poesías de diferentes autores latinoamericanos.

Quizás con respecto a Ginastera, si bien cada vez tengo menos influencia de su música, sigo teniendo como aspecto en común el hecho de usar como fuente de inspiración el mismo folclore, los mismos ritmos, como las bagualas, el carnavalito o el malambo.

No todas mis obras son de inspiración americanistas y quien sabe en un futuro en que me inspirare, cuando trato de describir mi música corro el riesgo de que se me encasille y no es esa mi intención. No me siento atado a ningún ismo

No siento la obligación de que por ser sudamericano mi música deba siempre tener esas influencias. Pienso que como la música es un lenguaje universal cada uno puede escoger el estilo que más le guste para expresarse, al igual que un japonés puede componer tangos si lo desea. Pero en mí, se dio así, y lo dejo fluir porque creo que soy sincero y fiel a mi voz interior, a pesar de correr el riesgo por haber elegido un camino tan poco confortable por no adaptarme a ciertas modas del circuito de los festivales de música contemporánea y ciertos editores, pero esta libertad me hace feliz y estoy recogiendo los frutos de haber optado por un camino diferente.

Qué nos podés contar del proceso de composición de tus obras? Las hacés pensando en un intérprete u orquesta en particular o salen como salen y luego los destinás a quien va mejor?

Afortunadamente desde hace unos 15 años, todo lo que compuse ha sido productos de encargos y residencias, han sido las orquestas, instituciones o intérpretes los que me han buscado a mí, yo he tenido que componer adaptándome a ellos según la duración e instrumentación y en algunos casos temáticas que me imponen en los contratos.

Por supuesto que a la hora de componer puede influenciar según para quien está destinada la obra.

El proceso de composición es muy difícil de explicar con palabras, yo soy un compositor más bien intuitivo y espontaneo, compongo sin necesidad de fórmulas ni teorías complejas, aunque en mis obras se aprecian una estructura interna sólida, dejo que la música fluya naturalmente y ciertos temas que surgen intento desarrollarlos al máximo como personajes que entran y salen del escenario, trato de que no sea un mero hecho de especulación intelectual si no un ejercicio de la emoción, a veces parto de una temática, o historia como si fuera una película, creo que mi música es muy visual o teatral y eso puede ser quizás por mi formación pictórica, a veces es al revés, luego de componer la música se me ocurre el título.

No soy metódico, tengo periodos de muchas horas seguidas de composición, y periodos a veces de varias semanas que no compongo nada, pero la cabeza trabaja igual.

“Rituales Amerindios” por ejemplo fue producto de un encargo y el hecho de que estaba destinada para ser estrenada por Gustavo Dudamel me influyó mucho en la búsqueda del tema.

Y aprovecho esta pregunta para hablarte un poco de la obra que se va tocar este viernes con la Sinfónica Nacional

Cuando recibí en el 2008 el encargo de la Orquesta de Gotemburgo (Sinfónica Nacional de Suecia) para escribir esta obra que sería estrenada por Gustavo Dudamel en Gotemburgo y luego llevada en gira al Festival Internacional de Música de Islas Canarias 2010, esto me motivo a querer escribir una obra que a mi humilde manera pudiera rendir un homenaje musical a Latinoamérica a través de sus tres culturas precolombinas preponderantes que son la Azteca, Maya e Inca,

Rituales Amerindios es un tríptico precolombino de cerca de 30 minutos de duración para gran orquesta, creo que la escribí en 8 meses de intenso trabajo, su primer movimiento es Ehécatl el dios del viento azteca, el segundo movimiento es Chaac, el dios del agua Maya, y el tercero es Illapa, el dios del trueno Inca.

Esta obra luego de ser estrenada por la Orquesta de Gotemburgo, fue programada por el director Argentino Pablo Boggiano en Ucrania con la orquesta de Zaporozhye , Diemecke la ha dirigido en el Teatro Colon con la Filarmónica de Buenos Aires, y Gustavo Dudamel, a quien le está dedicada la obra la ha vuelto a programar con la Filarmónica de Los Angeles en el Walt Disney Concert Hall de LA y en una gira que se realizó a San Francisco con motivo del Centenario de la Orquesta Sinfónica de San Francisco, con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar la llevo en gira Europea al Royal Festival Hall de Londres y el Concertgebouw de Amsterdam, luego también la hicieron en una gira por los Estados Unidos donde se tocó en Berkeley (California) y en el Carnegie Hall de New York, otras orquestas como la Royal Concertgebouw Orchestra de Ámsterdam también la han programado.

 

 Qué proyectos nuevos estás encarando?

Radio France me ha encargado un par de obras que se estrenarán en febrero dentro de la temporada inaugural del nuevo Auditorio de Radio France en Paris, ya las he terminado y se trata de un concierto para violonchelo que será estrenada por Gautier Capuçon y la Orchestre Philharmonique de Radio France, la otra obra destinada a la Orchestre National de France es un díptico de 25 minutos que se llama “MADRE TIERRA”, Radio France me pidió que estuviera dentro de la línea de los mitos  porque estas obras estarán dentro del Festival Présences  « Les deux Amériques » y yo seré uno de los principales invitados, dentro del marco de este festival también se tocara “Rituales Amerindios”.

También compuse recientemente un concierto para clarinete y otro para piano, que como todavía no están anunciados sus estrenos me reservo el dar más detalles, son estrenos que por motivos ajenos a mí se han postergado un poco, pero pronto podre dar más  información, actualmente estoy terminado un ciclo de canciones para soprano de coloratura y orquesta dedicadas a la cantante japonesa residente en Viena Ayako Tanaka y a su esposo el director de orquesta Pablo Boggiano, uno de los difusores más entusiastas que tiene mi música, y pronto tendré que empezar a componer un concierto para arpa que se estrenará durante el segundo semestre del 2015 pero que también, como todavía no está anunciado públicamente prefiero aun no dar más detalles.

También tendré interpretaciones de mis obras con las orquestas sinfónicas de Seattle, Sao Paulo, Hamburgo, Nacional de España, RTVE de España, entre otras y el 16 de octubre Xavier Inchausti tocará  mi concierto para violín con la Filarmónica de Buenos Aires en el Teatro Colon.