ENTREVISTA JANOS STARKER
Las dos caras de un Dios
Janos Starker
Entrevista realizada por Alejandra Pin Zambrano (Guayaquil, Ecuador).
“Durante la guerra cavé zanjas, puse tejados, fui electricista y asistente médico. También ayudé a desarmar bombas que no habían explotado, no para mantenerme sino para sobrevivir”. Janos era el dios mitológico de la guerra que los romanos adoptaron como propio. Su templo sólo cerró puertas cuando algún emperador resolvía suspender conquistas y enriquecer lo ya obtenido. Mas aun entonces, devotos llegaban de todas partes para, sea por miedo o ambición, tributar a esta divinidad cuyos dos rostros no significaban falsedad, sino dualidad. “En griego es Ianus. Recibí ese nombre accidentalmente: el hospital [en que nací] se llamaba igual. El rostro frontal representa deber, responsabilidad, dedicación. El oculto muestra una sonrisa hacia las debilidades del mundo y las mías propias, y amor hacia aquellos que me son queridos. En resumen: sentido del humor”. Así habla este otro Janos sobre sus propias caras. Hombre de paz, resistió una guerra que hasta hoy nos causa escalofríos. Arribó a nuestro continente tras recibir la forja de una espada toledana: a fuego y golpes. Nacido en Budapest en 1 924, llega a los Estados Unidos con 24 años.
Detengámonos un instante. En nuestros cómodos tiempos, los jóvenes suelen concluir estudios superiores (con postgrado y todo) a esa edad. Compran la idea de que tras ir al colegio tal y la universidad cual están listos para la vida. Pero ya desde antes de recibir el diploma, suspiran con más frecuencia. Cada suspiro encierra una pregunta porque sin guerra y con diploma, el futuro se presenta como un gran signo de interrogación. Imaginemos entonces cómo se sentiría este muchacho salido del holocausto, con la triple sensibilidad de artista, hijo de familia y, encima, canceriano. ¿Qué pensaría mientras cruzaba el mar? Su espíritu resistió la fragua. Usando un cello como arma y escudo, había sido jefe de cuerda de la Ópera de Budapest por dos años, vivió otros dos en París y, finalmente, llegó a tierras americanas en 1 948. Tenía muy claras sus prioridades y se las ingenió para traer a sus padres a lo que sería una patria nueva. Por algo hago notar que es hijo de Cáncer. No puede evitarlo: Janos Starker ama tanto raíces como retoños: “Veo a mi padre en mí sin siquiera mirarme al espejo. Él me enseñó lo que ven en mi rostro frontal y en el oculto, y advierto lo mismo en mi descendencia”.
Empezó un romance con el violoncello antes de que su edad se escribiese con dos dígitos. Al parecer, fue de esas uniones hechas por Dios. La calidad de principal lo persigue casi desde el inicio de su carrera pues, sin cumplir treinta años había sido primer violoncello de la Metropolitan Opera y la Chicago Symphony, entre varias otras. Por no hablar de aquella meteórica, deslumbrante presencia solo: “Mi filosofía como solista ha sido adaptarme a los directores mediocres y exigir a los brillantes. Siendo integrante de orquestas me responsabilicé por mi sección como jefe de cuerda, pero cuando el director estaba en el podio mi trabajo era seguir sus indicaciones, vomitaba el veneno después. Un solista, joven o no, debe estar preparado y mostrar autoridad, mas no obsesionarse con detalles menores”.
Tras el honor de entrevistar a Janos Starker enfrenté una realidad. Para la mayoría nosotros, el caballero en cuestión es talento inmenso, rostro en la carátula de nuestro CD favorito. Leyenda. Pero las leyendas son intangibles. Quise algo más vívido y contacté a cierta joven que llegó de oriente, cual reina maga. Como prefiere jugar al escondite, así la llamaré. La Reina Maga nos narra su visión de Starker, tras tenerlo como profesor en un campamento veraniego de música en Canadá cuando, a los 16 años, era la más joven del curso: “Me dio la impresión de ser una persona muy dulce, aunque tal vez demasiado honesto al expresarse. Parece infinitamente más joven, se mueve sin prisa, mas con agilidad. Tiene mucho sentido del humor; voz grave pero no tanto, que levanta apenas lo necesario y de vez en cuando se interrumpe tosiendo. Aún le queda un poquito de acento húngaro. Mira a sus alumnos directo a los ojos cuando habla, con mirada tranquila y hasta juguetona. La primera vez que toqué para él creo que pensó que yo trataba de hacerlo demasiado bien, porque me dijo: ‘Parecería que llorarás si no digo que tocaste bien’. Bromea mucho, sobre todo, cuenta chistes sobre el cello. Llegó vestido informalmente, con lentes de marco oscuro colocados sobre la cabeza casi todo el tiempo. Sus manos son grandes… ¡Grandes! Con dedos gruesos… y cálidas al saludar”, concluye. ¿Verdad que ahora lo conocemos mejor?
Como dije en artículo anterior, con Starker en la mira parecía mucho más útil y generoso reunir preguntas de distintos cellistas a más de mis propias inquietudes. Intervino gente de varios países con todo tipo de consultas. Las contribuciones constan en bastardilla (italic) en aras de fácil identificación e incluyo datos personales de participantes si me fueron proporcionados. He respetado el orden en que contestara el maestro, cuyas palabras siempre aparecen en negritas (bold) para evitar se confundan con las de otros músicos. Las preguntas le fueron enviadas íntegras; sin embargo, en algunos casos se editaron posteriormente por razones de espacio. Traduje cada respuesta con máxima literalidad, salvo cuando se precisó interpretación contextual que resulte clara en nuestro idioma.
Canción con todos
¯ DANIEL KATCHATRIAN, armenio, músico de orquesta y profesor.
¿Cuál es la clave para una buena posición del violoncello, considerando la diversidad de tamaños de cuerpos y manos?
Cada uno debe hallar su mejor postura, basado en las propias características físicas.
El cello es instrumento de regulaciones en extremo difíciles en cuanto lutheria. ¿Cómo puede un estudiante promedio resolver este problema?
Parcialmente cierto. Hay cientos de excelentes luteros en nuestra época.
¿Cómo cree usted que América Latina puede superar la falta de pedagogos en cello y violín? ¿Qué sugeriría a estudiantes latinos que buscan guía profesional para sus carreras?
La situación está mejorando. Intenten con becas en México y Venezuela.
¯ ALAN, escocés, profesor de música: ¿Cómo mantiene el hungarismo tras vivir por tanto tiempo fuera de su país?
Si existe tal cosa, es debido a la educación como resultado de la forma en que usamos el cerebro. Aparte de que mis amigos más cercanos son húngaros, por todo el mundo. Soy muy estadounidense, aunque no me guste la tarta de manzana.
¯ MAGGIE, estudiante, Interlochen Arts Academy: Me gustaría preguntarle al Sr. Starker si alguna vez se cansa de tocar el cello o no puede elevar la pasión, coraje, energía, inspiración para simplemente ir a practicar.
Nunca me canso de hacer música. Pero si me canso de tocar cello, como me ocurría al interpretar Parsifal, me siento en una silla cómoda y leo.
¯ ANÓNIMO: Quisiera saber qué piensa de grupos como Apocalyptica, que tocan heavy metal, más que nada, sobre composiciones para cello (Lo siento, no puede contenerme).
Los tolero si no está demasiado fuerte el volumen.
¯ MARK: ¿Alguna vez toca sólo para sí, sin tener en mente un público?
Usualmente se me cita aseverando que toco para mí mismo y trato de honrar al compositor, pero en realidad espero sumergir a la audiencia en mi mundo. Eso responde por mi aparente desapasionamiento.
¯ JULIA, coreana, estudiante: Hay quienes colocan un tubo de goma en el arco, donde reposa el pulgar, otros lo reprueban. Quisiera saber qué opina el maestro Starker al respecto.
No estoy a favor, pero usarlo ocasionalmente ayuda a reducir la presión.
¯ SAHAND RAZIAN, iraní, músico de orquesta.
¿Qué piensa de la aplicación de la técnica Alexander para el cello?
Parte de ella es útil.
¿Cómo deben tocarse las series armónicas en la sonata para cello y piano de Shostakovich?
Con el pulgar.
¯ DAVID STEIN, profesor, EE.UU.
¿Cuál es la forma más fácil y efectiva de inculcar la posición del pulgar en un joven cellista?
Déjalo tocar armónicos naturales por todo el instrumento.
¿Alguna vez piensa en retirarse?
Estoy en el proceso.
¿Da gran importancia a las suites de Bach, como otros profesores? ¿Enseña usted interpretaciones propias?
Sí, sugiero mis ediciones, pero nunca su uso esclavizante.
¯ STEFAN MÖBERG, estudiante de la Academia de Música de Malmö, Suecia.
¿Qué opina sobre el talento? ¿Qué es el talento?
El talento es variado: acústico, digital, visual y cerebral. Descubre dónde está tu punto débil y refuérzalo.
¿Cree usted que una persona debe tocar el cello desde muy joven, para tener oportunidad de una exitosa carrera de concertista?
[Empezar temprano] ayuda.
Sería interesante conocer sus ideas sobre el ensayo. Por ejemplo, mi día de práctica consiste en una hora de escalas y estudios técnicos, una de técnica de arco, otra de etudes, dos horas de repertorio, y una hora de escalas y técnica al final. Todos los días toco seis horas, y siempre comienzo y termino con una hora de escalas.
Escalas acentuadas Heifetz. Hago énfasis en el aprendizaje de las posiciones. Revisa el libro con mi método. Apruebo la división planificada, pero modifícala si no cuentas con seis horas. Nunca practiqué seis horas diarias, pero toqué aún más. La finalidad de practicar debe ser tocar, hacer música.
¯ CELLISTAS DE LA SINFÓNICA DE HAIFA, ISRAEL.
¿Qué clase de cello toca?
Más que nada, el Goffriller.
¿Qué clase de arco?
Tengo muchos, pero mayormente uso uno moderno, Josef Kun.
¿Quiénes son sus cellistas favoritos?
Los que tocan con afinación y son disciplinados.
¿Cómo definiría su vibrato?
Controlado, variado en anchura y velocidad.
¿Cómo se prepara mentalmente para una presentación?
Duermo y “toco” exhaustivamente las obras en mi mente.
¯ MANUEL MIJARES, venezolano, músico de orquesta.
¿Es recomendable tocar Bach a diario?
Es bueno para el alma.
¿Qué estudios técnicos recomienda a estudiantes avanzados?
Popper y Piatti.
¿Qué sugiere en el tercer movimiento (cadenza) del concierto de Shostakovich?
Debes alcanzar el nivel requerido [por la obra] y, una vez conseguido esto, procura liberar la tensión en ambos brazos.
¯ EVA STEINSLEGER, argentina, músico de orquesta.
¿Qué piensa durante los reconocimientos a su labor?
Los aprecio y fortalecen mi propósito de dar lo mejor de mí.
¿Qué disfruta en el tiempo libre?
Según Quién es quién*, escribir, nadar y, más que nada, leer.
¿Qué debemos hacer para explotar nuestra capacidad creativa en una interpretación?
Explota tus capacidades durante los ensayos. Ya en concierto, exprésate lo mejor posible, pero basada en lo ensayado.
¯ DAVINA SCHAEFFER, austriaca, solista, compositora y productora.
Le preguntaría sobre el campo de concentración, ansío saber cómo se mantuvo con vida, en qué pensaba y cómo afectó su trabajo.
La Segunda Guerra Mundial ha sido ampliamente documentada. Sobreviví por suerte, armas y bombas no me alcanzaron y las personas me ayudaban porque yo era cellista. Sobrevivir me dio sentido de responsabilidad.
Tras vivir y trabajar tanto antes como después de computadoras y medios de información masiva, ¿qué diferencias siente y a dónde ve que se dirigen la música clásica en general y el cello en particular?
Habiendo nacido sin radio ni teléfono, valoro todo avance técnico. La apreciación de la música clásica ha tenido altibajos, y la ejecución del violoncello mejora cada día.
¿Qué le dice la música, cuáles son sus piezas favoritas y cuáles encuentra más eróticas?
Brahms es el compositor que más profundo me llega. El erotismo en la música no ha entrado en mi proceso intelectual, pero, si acaso, Wagner viene a mi mente.
¯ KATAYA, noruega, estudiante de cello
¿Se siente menos nervioso ahora antes de un concierto, en comparación con tiempos anteriores?
Siempre estoy nervioso antes, pero no durante.
Por favor, comparta alguna técnica para aprovechar mejor el tiempo de ensayo.
Planifica la distribución de tu tiempo de práctica.
¿Cómo se volvió tan famoso por tocar a Kodaly? ¡Mi profesor ha estado en su casa y dice que junto a la piscina hay una placa que dice “Esto fue construido por Kodaly”!
A los 15 años ejecuté a Kodaly, tras muchos años de que nadie lo hacía. Lo grabé por primera vez en 1 948 y convencí a muchos colegas para que lo incluyan en su repertorio. La placa fue un regalo y una broma que reflejaba las regalías que obtuve de interpretar a Kodaly.
¯ SARA CARCHIA. ¿Cómo cree usted que Leonard Rose se volvió editor? ¿Le gusta el trabajo de él?
A los profesores les solicitan editar trabajos. También me lo pidieron. [A Leonard Rose] lo admiro grandemente.
¯ KATY MILLER, estadounidense, estudiante: Quisiera saber si encuentra útil practicar sin el instrumento, sólo leyendo las partituras y “escuchando” la música en su mente.
Practico más mentalmente que con el cello.
¯ KATHLEEN: ¿Planea regrabar algún estudio de Popper? ¡Sería maravilloso que grabara los 40!
No grabo más. Deberías pensar en grabarlos tú.
¯ CATHERINE MIKELSON, American Youth Philharmonic Orchestra: ¿Cuánto tiempo practicaba durante su juventud?
Tres horas diarias.
¿Nos diría algunos incidentes, positivos y negativos, que lo volvieron más fuerte como cellista y persona? ¿Buenas experiencias de aprendizaje?
Haber tocado en mil puestas de ópera y mil conciertos sinfónicos, y una inmensa parte de la literatura existente de música de cámara.
¿Por qué escogió el cello?
Me regalaron el cello y descubrí que [yo] era bueno en eso.
¯ MORGANA KEASTS, australiana: ¿Qué sabe usted ahora que le hubiera gustado saber cuando comenzó?
Descubrí muy pronto que la música era gloriosa, pero vivir de ella, no.
¯ ADRIAN BETTRIDGE, estudiante, Illinois: Me gustaría saber sobre su postura al sentarse. Da la impresión de que se sienta con el cello tan vertical que producir un gran sonido le causa dificultad. Su mano izquierda es, por supuesto, fenomenal, pero no puedo evitar creer que sería un dios del cello con un poquito más de volumen. Talvez tiene una razón ergonómica para tal postura.
No me gusta el volumen por elvolumen de por sí. Cuando necesito cantidad sé cómo producirla. Algunas de mis más de cien grabaciones fueron deficientemente tratadas en el estudio de sonido.
¯ JONATHAN VELSEY, Maryland Symphony Orchestra
Cuando le preguntaron a Casals si anhelaba algo, respondió que le hubiera gustado conocer a Brahms. ¿Tiene algo que añorar en su larga e ilustre carrera?
Hay lugares en la tierra que no he visto. Aparte de eso, me habría gustado conocer a Bach.
PROFESOR… con mayúsculas
Inquieto por naturaleza, da gusto a su vena de escritor no sólo en libros de método, sino escribiendo artículos para revistas. Su herencia va más allá: inventó el llamado Puente Starker, sistema que amplifica de modo natural el sonido del cello al realizar perforación cónica en el puente. Ya patentados, los dispositivos están a la venta en todo el planeta. Olvidaba comentarles, quise averiguar qué activaba los botones cordiales de esta caja de sorpresas con nombre de dios. Sobre la última vez que lloró: “[Fue] cuando mi compañero cercano, György Sebok, el pianista, falleció. Y, oh, sí, cuando veo una película sentimental”. Sebok, húngaro también, impartió clases en la Universidad de Indiana desde 1 962 hasta su muerte en noviembre de 1 999. Compañero de Starker desde años estudiantiles, muchas veces tocaron a dúo y tan fructífera amistad rindió grabaciones irrepetibles.
Así concluyen las respuestas de Janos Starker. Ha recibido los máximos galardones a que un músico pueda aspirar y, aun más importante, cariño, devoción del público mundial. Disfruta de cada muestra de aprecio, no obstante proclama que sus momentos de mayor alegría siempre fueron los nacimientos de sus hijos y nietos. Antes de cerrar este artículo, me permito agradecer a cuantos participaron en él, muy especialmente a la maestra Susan Moses–Bloom, de la Indiana University, institución que desde fines de los años cincuenta es centro de operaciones del admirado intérprete. La maestra Moses–Bloom integraba la clase de Starker en 1 965 y accedió escribir para nosotros el retrato hablado con que cerramos el presente trabajo. En sus propias palabras:
“Yo era una joven adolescente apasionada aguardando guía y el Sr. Starker, icono cuya grabación de la sonata de Kodaly, entre otras, había hecho historia. El gran cellista que escapó de la represión en su tierra natal. El originario primer violoncello de la Chicago Symphony. Mi clase fue sobresaliente: un grupo internacional de más o menos quince alumnos cuando Tsuyoshi Tsutsumi asistía al maestro. Tantos siguieron carreras destacadas, jefes de cuerda en las sinfónicas de Cleveland, Pittsburg, Boston y otras. Profesores en conservatorios de fama mundial, músicos de cámara, solistas… Cuando viajo, encuentro a mis compañeros en todos los rincones del globo.
“Nunca resultó fácil ser miembro de nuestra clase durante ese período, pero significó formación para cada uno de manera particular, que nos marcaría para siempre.
“Durante los muchos años de mi carrera europea, entre los grandes placeres estaría la llegada del PROFESOR a casa (lo escribo con mayúsculas porque es un profesor mayúsculo, que marca la vida de todos sus alumnos). Aunque el señor Starker puede parecer extremadamente severo, en realidad es un hombre con inmenso amor hacia la familia. Aquellos de sus estudiantes que tuvimos oportunidad de hospedarlo mientras sus hijos crecían, recordaremos la cariñosa manera en que los llevaba a dormir. ¡¡Y las visitas a la juguetería!! Mi hijo David nunca olvidará las sensibles atenciones del maestro.
“El 8 de diciembre de 1 993 mi teléfono en Italia. Estaba a la mitad de una lección cuando reconocí la inimitable voz del maestro Starker (había transcurrido mucho tiempo desde la última vez que hablamos, pero nadie olvida NUNCA la voz del Sr. Starker). Me dijo: ‘Sólo di sí’. Abrumada, supe que me solicitaba enseñar en Bloomington, mientras Tsuyoshi Tsutsumi disfrutaba su año sabático. Mi hijo escuchó que era Janos Starker ¡…y accedió por mí! Aquí vine y he permanecido.
“Gracias a esto conocí a mi amado segundo esposo, Myron Bloom, el gran cornista que había sido mi héroe de infancia. Aquí levanté mi hogar. ¡Se podría decir que Janos Starker también ha hecho de Cupido!
“Dirijo el programa de cello de la Precollege String Academy [de la Universidad de Indiana], donde tenemos cuarenta y ocho jóvenes cellistas que anhelan integrar la clase de Janos Starker. Recordando mi conmoción adolescente, aún me estremezco al caminar hacia MA155, el estudio de mi maestro. He tocado en los más prestigiosos auditorios del mundo, pero MA155 sigue siendo el mayor desafío”.
* Who’s Who, publicación anual estadounidense que en varias ediciones entrevistó al maestro.
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