Villarejo, un violoncello para el rock argentino
Heterodoxias. Es rockero e integra la Sinfónica Nacional después de pasar por formaciones míticas del tango. Presenta disco con su Kashmir Orquesta.
Patricio Villarejo es un artista inusual: desde los inicios su historia estuvo signada por la gran diversidad en su música y una determinación total por hacerla con el violoncello, un instrumento poco común en la música popular.
“Yo de muy chiquito escuchaba música en el combinado familiar –recuerda en conversación con Ñ – , empecé a escuchar Los Beatles en un disco de mi hermano mayor; Los Beatles son mi primer amor musical, yo era un beatlemaníaco y lo sigo siendo. En el combinado escuché el primer disco de Almendra, por ejemplo, y todo lo que se hacía a nivel del rock nacional por aquella época. También escuchaba música mexicana, brasileña, española, folklore, tango y jazz. Estaba todo ahí, entonces yo lo que hacía era escuchar eso y decía ‘bueno, esto es lo que voy a tocar’… y mezclé todo eso en todo lo que tocaba. Desde que tengo recuerdo sabía que el cello iba a ser mi instrumento. Toqué un poco de guitarra y esas cosas, pero el cello es mi instrumento, mi voz. Yo iba a buscar mi música con ese sonido. Mi primer maestro fue Leo Viola. Me enseñó la técnica del instrumento. Me enseñó que la técnica me iba a liberar para poder tocar lo que yo quisiera”.
Villarejo ha sido integrante de las orquestas de tango de Osvaldo Pugliese y Horacio Salgán, participó de los conciertos históricos en Holanda junto al sexteto de Astor Piazzolla, y actualmente integra la Orquesta Sinfónica Nacional. Más allá de su carrera en el tango y en la música académica, ha tocado con músicos de rock como Peter Gabriel, Charly García y Julieta Venegas. Como si esa increíble diversidad no fuera suficiente, también es compositor y director de orquesta. Sin embargo, lo diferencial en Villarejo es que él hace una convergencia de todos esos recorridos en su Kashmir Orquesta: con ella acompaña a Charly García en su obra Líneas paralelas , presentada en el Teatro Colón, y dirige Páez en América junto a Fito Páez. Este año participó en el disco Contraluz, de Pedro Aznar, y en el álbum póstumo de Luis Alberto Spinetta Los amigo (sic), ganador del Gardel de Oro 2016. Además, Kashmir acompañó a Ricardo Mollo, David Lebón, Emilio del Guercio, Rodolfo García y Vera Spinetta –entre otros artistas– en el Homenaje realizado al Flaco en el auditorio Ballena Azul. Recientemente Villarejo ha concluido la grabación del disco Kashmir Orquesta , que será presentado la semana próxima en el CCK.
En la charla con Ñ, el multifacético cellista cuenta de qué ideas nació Kashmir: “Siempre fue un concepto que yo tuve el de que la orquesta no sea un acompañamiento, una ‘planchita’ detrás de lo que canta la gente, sino que tenga una entidad propia como la tenían otros instrumentos solistas como la guitarra. Eso lo absorbí y adquirí de Los Beatles, porque cuando George Martin ponía cuerdas nunca era acompañando como un colchoncito sino como un instrumento sonando y haciendo líneas melódicas. Ese concepto fue lo que le gustó a Charly de lo que hago. Cuando le propusieron que me escuchara, él entró en Internet y encontró casi todos mis trabajos que se basan en eso, entonces coincidimos de entrada”.
La Kashmir Orquesta funciona como grupo musical completo ya que a las cuerdas se integra una base rítmica conducida por César Franov, bajista que integró destacadas bandas del rock argentino como Spinetta Jade y Los Músicos del Centro, y tocó con artistas como Dino Saluzzi y Quique Sinesi. A Kashmir también se suman algunos vientos de la mano de Bernardo Baraj, uno de los principales referentes del saxofón en la fusión del jazz, el rock, el tango y el folkore argentino. “Mi objetivo es hacer música que se entienda, pero siempre buscando subir el nivel, intentando que la cosa sea para arriba, que sea mejor, más expresiva e interesante. Todo esto es parte de la herencia de mi segundo maestro, Osvaldo Pugliese: él decía que a la gente no hay que darle basura, no hay que tirarla para abajo, a la gente hay que levantarla, que el pueblo necesita arte que lo levante”.
En el disco hay muchos invitados muy populares en la tradición del rock nacional, como Litto Nebbia, Nito Mestre y Vivencia. También hay invitados reconocidos de generaciones más jóvenes como el caso de Manuel Quieto (La Mancha de Rolando) y Lula Bertoldi (Eruca Sativa). “Lo que me hizo elegir a los invitados –explica Villarejo– es en primer lugar una afinidad que tengo con el rock de antes, por una cuestión generacional. A Litto Nebbia lo invito porque es mi padrino musical de alguna manera; él me impulsó a hacer muchas cosas, me llevó por un camino musical que yo quería transitar y él me lo mostró transitable. Nito Mestre a través de Sui Generis para mí es una voz infaltable en mis cosas, y sucede lo mismo con otros de los invitados… En el caso de Vivencia, es una cuestión sentimental porque fue un grupo que cuando yo estaba en mi adolescencia lo tenía en los pósters de mi cuarto. Héctor Ayala, que falleció hace poquito, empezó a tocar el cello en un contexto rockero y cuando lo vi en el escenario dije: ‘Listo, ya está, alguien lo hace, ¡voy ahí!’, y eso es algo importante para mí. Después están los casos de Manuel Quieto y Lula Bertoldi, que son de una generación posterior y me pareció interesante invitarlos a este contexto sinfónico porque quizás ellos aún no han tenido esta posibilidad, y está bueno que Kashmir esté acompañado también por ese tipo de artistas. En general se interesan mucho por estar acá. En el caso de Leo García, él dice que es lo mejor cantar con la orquesta, se siente como un cantante de otras épocas. Además lo que le gusta es que la orquesta suena de una manera que no suena ninguna otra, que es como un grupo de rock”.
Villarejo se extiende en esa idea:
“Me parece que la orquesta suena compacta, fuerte, con polenta, no como si fuera una adaptación de Beethoven o algo así. Estamos haciendo rock desde el rock. Tenemos algunos temas instrumentales porque la orquesta también puede sonar sola y, de paso, damos lugar a los solistas de la orquesta, entre los que me incluyo porque cuando puedo agarro el cello eléctrico y voy al frente”.
Hubo un momento, según Villarejo, en el que la música popular argentina tenía un grado de calidad muy alto, y que por razones de todo tipo bajó y en un momento dado se llegó a una especie de mediocridad general a base de jingles y estribillos. “No hay nadie –dice– que se juegue a hacer unas canciones, está faltando gente que quiera hacer un material que la represente, que sea distinto, que diga algo y tenga fuerza”. Con el deseo de cambiar esa realidad, Patricio Villarejo se dirige a encontrar ideas musicales diferentes, y apunta a llevar a Kashmir a un espacio que ocupan los grupos de rock.
Habla Villarejo. Como diría uno de sus invitados, quien quiera oír, que oiga: el álbum Kashmir Orquesta sonará en la Ballena Azul.
FICHA
Patricio Villarejo
Presentación del álbum Kashmir Orquesta
Función: 15 de noviembre a las 20 en la Ballena Azul del CCK, Sarmiento 151
Entrada: gratis; se puede reservar online o en el CCK (martes a viernes de 12 a 19 hasta 2 horas antes de la función).
FUENTE:
Revista de Cultura Ñ | Escenarios |10/11/16 Edición Impresa
http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/Villarejo-violoncello-rock-argentino_0_1681631857.html